lunes, 29 de septiembre de 2008

Fringe - La nueva serie del creador de Perdidos

Si creías que Monstruoso fue un paso en falso en la trayectoria de un hombre de grandes ideas, esta serie lo decubrirá como el pretencioso aburrido que es. Quizá J.J. Abrams sea un seudómino de M. Night Shyamalan...
La trama va de una agente del FBI que es reclutada para investigar casos que se salen de lo normal. Para ello forma equipo con un científico algo trastornado que, en su juventud, creó o ayudó a crear algunos de los fenómenos extraños a los que se enfrentan ahora; su hijo, también una especie de genio que tiene problemas de dinero con la mafia, aparentemente;(se desvelan trozos de su teorícamente interesante pasado poquito a poquito, para llenar episodios) y el líder, un tipo tan negro como misterioso que no parece ser realmente de los buenos. Y de fondo, parece que detrás de todos los terribles sucesos está una mega compañía (la Dharma de turno) cuya representante también dará pistillas a la protagonista...
Problemas: la serie sigue la misma fórmula que Doraemon: los episodios empiezan enseñándonos un problema, el grupo lucha por superarlo, y al final lo resuelven utilizando algo nuevo.
Todo azucarado con la manía de J.J. de contestar preguntas planteando otras que no hacen más que alargar innecesaria y absurdamente la serie. Porque si alguien cae en la trampa de crear debates sobre los granitos de información que van soltando como el que le echa arroz a las palomas, es muy, muy idiota. O tiene una vida tan vacía como el depósito de vergüenza del señor Abrams.
La serie también hace gala de cosas forzadas, situaciones en que la lógica es asesinada por el "Porqueyolodigo" del guionista. Tomemos como ejemplo este tercer episodio, detonante de esta entrada: un tipo le quiere robar algo tamaño moneda a una mujer. ¿Qué hace? ¿La asesina con un silenciador como le hacen a él para robársela? No. Se sube con ella en un autobús y echa un gas que se hace sólido al contacto con el aire, dejando a los pasajeros del autobús como mosquitos atrapados en ámbar. Súper discreto y normal. Ah, es que si no lo hace así de absurdamente no habría episodio... a mí eso me daría qué pensar.

Luego sale un tipo que capta las transmisiones telepáticas de los malos porque experimentaron con él en temas similares... se une a los buenos y ganan con la información que les da (los villanos pueden comunicarse telepáticamente, pero no pinchar un teléfono móvil). Al acabar el episodio el tío dice que ya no oye voces, y a un perlas se le courre explicarlo diciendo que como se han dado cuenta de que podían oírles, ya no volverán a usar la comunicación telepática... Claro, es mejor usar métodos convencionales y más fáciles de interceptar que eliminar a la única persona del mundo que les podía oír.
Ah, por cierto; la conversación que escucha es en latín, lengua que el tío es capaz de reproducir tal como la oye en su cabeza, de forma que una ayudante segundona pueda tener su minuto de protagonismo traduciendo AL VUELO del latín pronunciado por un tío que no tiene ni idea al inglés gracias a que no se cuándo hizo un estudio de la lengua. Y si aún te apetece ver la serie, no te preocupes, no estás solo:

1 comentario:

Anónimo dijo...

moi

doncs la veritat esk no sembla molt interesant akesta serie pero b potser tinc ganes d veure un capitul per veure am als meus ulls cm es !!!

petonets

moi moi